Los microplásticos están debilitando nuestros huesos?

28.10.2025

Estas diminutas partículas plásticas afectan la salud ósea y podrían ser un factor oculto en el aumento global de fracturas y osteoporosis, apunta un reciente estudio.

Sabemos que están por todas partes, incluido nuestro organismo, pero desconocemos sobremanera qué impacto tienen estos pedacitos minúsculos de partículas plásticas. De hecho, hasta hace poco, la preocupación por los microplásticos se centraba en los océanos, la fauna marina y en evaluar los posibles riesgos para el sistema digestivo y respiratorio humano. Sin embargo, una nueva línea de investigación ha sacado a la luz un efecto aún más profundo: los microplásticos están penetrando en nuestros huesos y debilitando nuestro esqueleto.

Los microplásticos son fragmentos de plástico menores a 5 milímetros. Se generan por la degradación de productos como envases, textiles, neumáticos y cosméticos; también existen los nanoplásticos, aún más pequeños e imposibles de ver a simple vista. Estas partículas están en el aire que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos que comemos y hasta en nuestra sangre. Y ahora podemos decir que han penetrado también en nuestros huesos.

Según el estudio liderado por Rodrigo Bueno de Oliveira, coordinador del Laboratorio de Estudios Óseos y Minerales en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Estatal de Campinas (Brasil), los microplásticos pueden llegar al tejido óseo a través del torrente sanguíneo, después de ser ingeridos o inhalados. Una vez allí, alteran el metabolismo celular y desencadenan procesos inflamatorios que afectan directamente la regeneración del hueso.

"El impacto potencial de los microplásticos en los huesos es objeto de estudios científicos y no es despreciable. Por ejemplo, estudios 'in vitro' con células de tejido óseo han demostrado que los microplásticos afectan la viabilidad celular, aceleran el envejecimiento celular y alteran la diferenciación celular, además de promover la inflamación", explicó Bueno de Oliveira, líder de la revisión científica publicada en la revista Osteoporosis International.

Cómo afectan los microplásticos a la salud ósea

Los huesos son estructuras vivas en constante renovación, gracias al equilibrio entre dos tipos de células: los osteoblastos, que forman hueso nuevo, y los osteoclastos, que lo degradan. La exposición a microplásticos interrumpe este equilibrio al estimular la formación excesiva de osteoclastos, lo que acelera la pérdida de masa ósea.

Los estudios revisados (más de 60 investigaciones 'in vitro' y en animales) muestran con claridad que los microplásticos reducen la viabilidad celular, aceleran el envejecimiento celular, alteran la diferenciación de células madre óseas, promueven la inflamación crónica e interfieren con la formación de hueso nuevo. En animales expuestos a microplásticos, se observaron deformidades óseas, disminución de la densidad ósea, interrupción del crecimiento esquelético y reducción de la calidad del hueso.

¿Y en humanos?

Lo más inquietante es que estas alteraciones no se limitan a animales de laboratorio. Los investigadores lograron identificar en humanos partículas plásticas en cartílago, discos intervertebrales y médula ósea, con concentraciones que alcanzan decenas de partículas por gramo de tejido óseo. Estas partículas provocan estrés oxidativo y alteran las señales de las células madre conduciendo a una pérdida progresiva de la capacidad regenerativa del esqueleto humano.

¿Un nuevo factor en la epidemia de osteoporosis?

La osteoporosis es una enfermedad que debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas. Afecta especialmente a mujeres posmenopáusicas y personas mayores. Según la Fundación Internacional de Osteoporosis (IOF), se espera que las fracturas relacionadas con esta enfermedad aumenten un 32% para 2050 debido al envejecimiento de la población.

¿Qué podemos hacer al respecto? Aunque el problema es global, sí que está en nuestra mano minimizar la exposición mediante el filtrado de agua potable en casa, por ejemplo, así como evitar alimentos ultraenvasados y plásticos de un solo uso, optar por ropa de fibras naturales en lugar de sintéticas, ventilar y limpiar la casa para reducir polvo con microfibras o evitar recalentar alimentos en envases plásticos.

"Mejorar la calidad de vida y reducir el riesgo de complicaciones óseas, como las fracturas, es una prioridad en la atención médica. Sabemos que prácticas como el ejercicio físico, una dieta equilibrada y los tratamientos farmacológicos contribuyen significativamente a ello. Sin embargo, aunque las enfermedades osteometabólicas se comprenden relativamente bien, existe una brecha en nuestro conocimiento sobre la influencia de los microplásticos en su desarrollo. Por lo tanto, uno de nuestros objetivos es generar evidencia que sugiera que los microplásticos podrían ser una posible causa ambiental controlable para explicar, por ejemplo, el aumento en el número proyectado de fracturas óseas", concluyen los expertos.