En alza las enfermedades respiratorias en niños por el consumo de ultraprocesados

El abandono de la dieta mediterránea y el abuso de alimentos ultraprocesados incide en la salud respiratoria de los niños españoles.
El asma y bronquitis o sibilancias de repetición en los menores han sido el objeto de un estudio multidisciplinar llevado a cabo por pediatras e investigadores que han confirmado que existe una relación directa entre el consumo de productos ultraprocesados y la prevalencia de enfermedades respiratorias sibilantes.
EL PROYECTO SENDO
Desde el año 2015 el Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra inició un estudio titulado "Seguimiento del Niño para un Desarrollo Óptimo" (SENDO) que, desde el año 2018, ha pasado a ser un proyecto de ámbito nacional. Una de las conclusiones de este seguimiento ha sido la alta incidencia de enfermedades respiratorias entre la población infantil que consumía un exceso de productos ultrapocesados. El estudio se ha elevado a evidencia científica, habiendo sido publicado por Annals of Pediatrics.
¿QUÉ SE CONSIDERA ULTRAPROCESADO?
El Centro de Estudios Epidemiológicos en Salud y Nutrición de la Universidad de São Paulo (Brasil), confeccionó la denominada clasificación NOVA en la que se ordenan los en función de su grado de procesamiento:
- Grupo 1: alimentos no procesados o mínimamente procesados
- Grupo 2: ingredientes culinarios procesados
- Grupo 3: alimentos procesados mediante la adición de azúcar, aceite, sal... a los alimentos del grupo 1.
- Grupo 4: alimentos ultraprocesados de manera industrial (adición de antioxidantes sintéticos, estabilizantes y conservantes).
Para el estudio SENDO se ha hecho el seguimiento de 149 alimentos, organizados en diez categorías (lácteos; huevos, carne y pescado; verduras; frutas; cereales y legumbres; aceites y grasas; confitería y aperitivos salados; productos horneados; bebidas y miscelánea), estimando su consumo diario y el porcentaje de kilocalorías procedentes de los alimentos ultraprocesados.
LA DISTANCIA CON LA DIETA MEDITERRÁNEA
Una de las conclusiones del estudio es que la población española en general se ha alejado de la dieta mediterránea, en beneficio de otra plagada de alimentos con un exceso de procesamiento industrial. Esto afecta de manera especial a los niños y adolescentes que, en la actualidad, tienen un consumo medio diario de 1,2 raciones de frutas y verduras al día, cuando las recomendaciones de la OMS para una dieta saludable están por encima de las cinco raciones. Se ha llegado a la preocupante realidad de que los adolescentes españoles son los que realizan el consumo diario de vegetales más bajo de Europa.
Según el estudio Enrica (Estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular en España), el consumo de ultraprocesados se triplicó entre los años 1990 y 2010, pasando del 11% al 31.7% (seguimiento en 11.900 individuos con una edad media de 47 años), aportando a la dieta el 24,4% del total de energía diaria.
INCIDENCIA EN LA INFANCIA DE LOS ULTRAPOCESADOS
Según los datos del INMA (estudio de Infancia y Medio Ambiente) se estima que en la actualidad los menores ingieren alrededor de 10 raciones/día de alimentos ultraprocesados. El porcentaje de contribución a la ingesta de alimentos ultraprocesados en esta población infantil procede principalmente del grupo de confitería y dulces, cereales y pastas, lácteos y comidas y salsas preparadas.
La muestra se ha realizado sobre 513 niños (51,8% varones, edad media de 5,2 años) y se observó que el consumo medio de ultraprocesados fue de 446,76 g/día, lo que supone un 39,9% de la ingesta calórica total. Más concretamente, el 88,3% de los participantes consumió más del 30% de la ingesta energética total en forma de productos ultraprocesados y el 16,2% consumió más del 50%. Este consumo energético medio se encuentra por encima del rango de normalidad establecido para ese grupo de edad, sin embargo, no se trata de una población obesa y el consumo de ultraprocesados es similar al referido en poblaciones pediátricas de países en vías de desarrollo.
LAS ENFERMEDADES RESPIRATOPRIAS
De los 513 niños, el 20% informaron haber recibido un diagnóstico de sibilancias por parte de un médico, incluidos 40 casos de asma (7,8%) y 64 (12,5%) de sibilancias/bronquitis recurrentes. El 9,7% afirmaron haber estado expuesto al humo del tabaco; el 3,2% tenía antecedentes familiares de asma o alergia.
Los resultados apuntan que un mayor consumo de estos productos multiplicaba por 1,81 la probabilidad de padecer enfermedades respiratorias en la edad pediátrica, utilizando como referencia la categoría de bajo consumo. Al estudiar las enfermedades respiratorias sibilantes por separado, encontramos que un mayor consumo multiplicaba por 2,12 la probabilidad de presentar bronquitis/sibilancias de repetición (incluyendo casos de bronquitis de repetición, sibilancias recurrentes y síndrome de obstrucción bronquial recurrente), y multiplicaba por 1,4 la probabilidad de tener asma.