El atlas de los neutrófilos: las desconocidas células que abren la puerta a terapias innovadoras contra el cáncer

Se trata de NeuMap, el primer mapa que revela la arquitectura global de los neutrófilos, mostrando cómo esta "primera línea de defensa" se reorganiza para proteger, recordar y sanar.
Los neutrófilos son un tipo de glóbulo blanco que forma parte del sistema inmunitario innato, son las células más abundantes y las primeras en responder ante una infección. Nunca se había profundizado en su estructura, pero una investigación publicada este miércoles en la revista Nature lo cambia todo.
Se trata de NeuMap, el primer atlas que revela la arquitectura global de los neutrófilos, mostrando cómo esta "primera línea de defensa" se reorganiza para proteger, recordar y sanar.
Tal y como explica a este periódico el doctor Iván Ballesteros, investigador del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y profesor del Departamento de Neurociencia y Ciencias Biomédicas de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UC3M, es un mapa que emplea la información genética de estas células para localizarlas y conocer cómo se organizan: "Forman siete principales funciones y es muy interesante porque pensábamos que eran todas iguales. El descubrimiento nos permite ver, por ejemplo, dónde se localizan cuando hay procesos asociados al cáncer".
Algo que destaca la investigación es que cada neutrófilo vive apenas unas horas, sin embargo, juntos mantienen una arquitectura estable durante toda la vida, como un patrón que "emerge del caos". "Esto significa que cuando nosotros cogemos células de un organismo les hacemos una foto fija para verlas. Ahora podemos hacer perturbaciones en ese organismo, volver a hacer esa foto y observar que, aunque la célula esté continuamente renovándose, la estructura se conserva en condiciones de no enfermedad", indica.
En cambio, describe que en situaciones patológicas "se expanden" determinadas zonas de ese mapa, pero siempre respetando la estructura original: "No vemos estados nuevos cuando hay enfermedad".
La publicación también expone que el papel de estas células es tan diverso que puede agravar la inflamación en contextos como el covid-19. Precisamente, esto es justo lo que están estudiando ahora, cómo convive el papel protector junto con este último en cada unidad celular. "Son muy plásticas, pueden ayudarnos a luchar contra la enfermedad y con el covid-19, se hiperactivaban causando un empeoramiento de los síntomas. Necesitamos entender por qué el neutrófilo actúa de una manera en un contexto y de otra en otro para posteriormente manipularlos y que ataquen a un tumor o una bacteria".
En otras palabras, "comprender esta lógica abre nuevas vías para aprender a guiar la inmunidad hacia la curación". Por eso, el investigador opina que de aquí a una década NeuMap tendrá un impacto clínico directo en ciertas enfermedades: "Sabemos que el papel de estas células en el cáncer es muy variado. Cuando te tratan con una inmunoterapia y respondes bien a ella, los neutrófilos se localizan en una parte específica de ese mapa".
La consecuencia es que esto permitiría "leer" a través de una muestra de sangre, sin tener que hacer una biopsia. "Por ejemplo, de un tumor en el cerebro, para saber si hay una respuesta al tratamiento y si podemos ajustar las dosis para que sea muy efectivo. Esa sería una de las aplicaciones más directas. Igualmente, si fuésemos capaces de inducir a los neutrófilos para que siempre tengan ese estado que mata el tumor, pues sería ideal, una forma de promover la curación con nuestro propio organismo", comenta.
Además, el estudio insiste en que el mapa "ordenará" un campo tradicionalmente fragmentado: "Ofrece una herramienta práctica que permitirá a la comunidad científica identificar qué tipos de neutrófilos están presentes en una enfermedad y qué función podrían desempeñar. Este atlas será un recurso de libre acceso para investigadores de todo el mundo".
"Esto nos ayudará a converger ideas y a coger mucha más fuerza a la hora de tomar decisiones o poder entender que un neutrófilo de un estudio es el mismo que el de otro. Hasta ahora, cada uno tenía una forma de definirlo, no había una estructura y nos permitirá avanzar mucho más rápido en entender cómo manipulamos la inmunidad", añade Ballesteros.
La investigación ha estado liderada por el CNIC, la Universidad Carlos III de Madrid, la Universidad estadounidense de Yale y la de Westlake, en China. Algo positivo para el investigador es que diferentes científicos del mundo podrán proyectar y ubicar en el mapa los neutrófilos de distintos estudios para así inferir su funcionalidad. "Rápidamente, cualquier investigador que haya secuenciado neutrófilos puede coger esa información y proyectarla en nuestro mapa", finaliza.
