Cómo evitar el estancamiento en tu dieta de pérdida de peso

No es de extrañar ponerse a dieta, hacer ejercicio y, en un momento determinado, sentir que la báscula está atascada, que no bajamos de peso de forma proporcional a nuestro esfuerzo y frustrarnos por ello. En ocasiones, no somos conscientes de que perder esos kilos de más no puede hacerse de cualquier manera, sino que debemos analizar nuestro organismo antes de poner un plan en marcha. Si tienes unos objetivos marcados y quieres alcanzarlos, a lo largo de este artículo vamos a explicarte cómo evitar el estancamiento en tu dieta.
Perder peso según nuestro metabolismo
Cuando quieres reducir tu peso, no solo basta con comer frutas y verduras y hacer algo de ejercicio a lo largo de la jornada. El funcionamiento de nuestro cuerpo no es sencillo y no podemos compararlo con el de aquellos que nos rodean. Somos únicos, aunque nos cueste creerlo, y por esta razón, nuestro organismo nos exige alimentos o actividades que otros no necesitan.
Por ejemplo, hay personas que no pueden tomar gluten, otras poseen un metabolismo que les hace engordar más a nada que coman un poco de dulce y también existen aquellas que, a nada que hagan un poco de ejercicio, ya presumen de una línea envidiable. Por ello, debemos pensar en nosotros, en nuestras necesidades, en nuestro sistema digestivo y en nuestro modo de vida, entre otros aspectos, para seguir una dieta que realmente nos sea efectiva.
Cómo medir nuestro peso
Cabe destacar que la pérdida de peso sufre un proceso de altibajos y que la cifra que marca la balanza depende de muchos factores. Entre ellos se encuentran una vejiga vacía o llena, si tenemos o no hasta arriba el estómago, la retención de líquidos o el aumento de la masa muscular en el que caso de que hayamos hecho deporte. De este modo, es mejor, en vez de pesarnos diariamente, observar las tendencias generales del peso a lo largo del tiempo.
Teniendo en cuenta lo anterior, te recomendamos establecer una rutina constante para pesarte. Por ejemplo, utiliza siempre la misma balanza y bajo las mismas circunstancias, a la misma hora y con la misma ropa. Asimismo, hazlo una vez a la semana para no quedar frustrado por las variaciones diarias.
Causas del estancamiento de peso
Es normal que durante las primeras semanas en las que nos propongamos a conciencia bajar de peso sea más fácil conseguirlo. Esto se debe a que, en un primer momento, lo que hace el cuerpo es obtener la energía suficiente a través de la liberación de los depósitos de glucógeno. Este último es un tipo de carbohidratos que se sitúa tanto en los músculos como en el hígado y está compuesto parcialmente de agua. Por ello, al quemarlo con el fin de conseguir energía, libera agua y se produce el adelgazamiento. Ahora, este efecto es temporal.
Con el paso del tiempo y a medida que adelgazamos, la masa muscular, junto a la grasa, se reduce, hasta que llega un punto en el que este descenso es cada vez más lento. Cuando las calorías que consumes son las mismas que quemas, es cuando se produce el estancamiento.
Quizás sea en este momento en el que debas olvidar bajar de peso porque ya has llegado al ideal teniendo en cuenta las características de tu cuerpo. Pero, si crees que aún estarías mejor con unos kilos menos, entonces deberás aumentar la actividad física o disminuir las calorías que tomas. Debes cambiar la rutina con la que comenzaste al principio porque sino los resultados seguirán siendo los mismos.
Superar el estancamiento de peso
Si quieres evitar el estancamiento en tu dieta, a continuación vamos a ofrecerte unos consejos a través de los cuales alcanzarás tu meta.
Volver a evaluar los hábitos
Siempre es necesario estudiar de nuevo el plan que nos habíamos marcado y analizar las actividades y la dieta que estábamos siguiendo hasta ahora. Es posible que con el paso del tiempo nos hayamos relajado y estemos dedicando menos tiempo al deporte y estemos comiendo más de lo necesario. No seguir las reglas de forma continua puede provocar un estancamiento según los expertos.
Eliminar más calorías
Intenta reducir más las calorías, siempre que estas no bajen de las 1200 por día. De este modo, no sentirás hambre de forma constante y no tendrás la tentación de comer en exceso a causa de la ansiedad o de un momento de arrebato.
Aumentar el tiempo dedicado al ejercicio
Lo más recomendable es que todas las personas dediquen a hacer ejercicio treinta minutos diarios casi todos los días de la semana. Ahora, si se hace no solo por salud, sino también por perder peso, es imprescindible hacer ejercicio con mayor frecuencia o que este sea más intenso para poder eliminar más calorías. Por ejemplo, correr con más intensidad, las sentadillas o levantar pesas te ayudará a que el número que marca la báscula cada vez sea más bajo. Así podrás evitar el estancamiento en tu dieta.
Actividades más allá del gimnasio
Nos creemos que solo yendo al gimnasio seremos capaces de perder peso. Se trata de una idea errónea, pues la actividad física es posible realizarla fuera de estas instalaciones. Por ejemplo, puedes dedicar más tiempo a caminar, usando mucho menos el coche; hacer la limpieza del hogar de forma más enérgica; o cambiar cualquier tipo de rutina para movernos más sin apenas notarlo, como subir las escaleras en vez de coger el ascensor.
Seguir trabajando a pesar del estancamiento
Si aún haciendo todo lo anterior no puedes evitar el estancamiento en tu dieta, puedes siempre contar con la opinión de un médico. También puedes asistir a la consulta de un nutricionista para poder llevar a cabo otro tipo de técnicas. Es posible que haya llegado un punto en el que no debas seguir reduciendo peso ni sea aconsejable que te esfuerces aún más respecto al ejercicio. Podría significar un riesgo para ti si ya has alcanzado la cantidad de kilos ideal.
Aún así, si los profesionales creen que ya has hecho lo que debías por tu salud, hay rutinas que debes seguir manteniendo, como una dieta sana o la práctica de ejercicio. No pienses tanto en cifras y analiza cómo has mejorado físicamente y en lo bien que te sientes ahora emocionalmente.